Dylan tenía un dictado. Pero no solamente de palabras sino que tenía que explicar el significado por escrito. Eran frases hechas del tipo "al mal tiempo buena cara" (hay que ser optimista), "más vale tarde que nunca" (es mejor hacerlo que no hacerlo)etc...
Sobre 120 puntos, Dylan sacó 110, porque en una de las explicaciones, se olvidó una "m"(?).
Muy contento salió del colegio y charlaba con su amiguita Naamá. Ella le contó que también sacó 110, porque no supo explicar lo que significaba "más vale tarde que nunca". Dylan le dijo enseguida:
"tendrías que haber hecho como yo, que no me acordé, pero puse "hay que ser optimista" de nuevo para que no quede el renglón en blanco, y listo. La maestra no se dio cuenta".
1 comentario:
Luego de haber leído todas las anécdotas grossísticas, puedo afirmar sin temor a equivocarme que son ustedes los nenes más grossos de Israel y alrededores!!
(con vuestro padre no hablo, por canuto)
Besos desde Pompeya! (a pocas cuadras de la cancha de San Lorenzo, a donde vamos todos los días a la pileta!)
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