Adam ya tiene 5. Increíble, no?
Si hace un rato salía de
la concha de su madre la sala de partos y ahora ya anda por ahí con toda su personalidad, dando besos a quien se deje, abrazando a todo el mundo, haciendose valer en una realidad diferente a la de sus antecesores y saliendo airoso en convertirse, él también, en una persona hermosa, llena de valores preciosos.
Y no... no se le fue lo pelirrojo eh! Acerté!
Felicidades coloradito divino!